lunes, 31 de marzo de 2014

Hoy no

En un momento le vi la enfermedad al árbol: tenía orugas. Pero no estaba triste. Crecía alto, cada día más alto, sin echarlas de sus ramas. Si la naturaleza fuese perfecta, sólo existiría la vida. Pero la muerte acecha todos los días. Unas vidas atentan contra las otras. Y aunque el árbol tiene orugas, crece, alto, cada día más alto, hasta que ellas le ahoguen un día... lejano.