martes, 13 de octubre de 2015

La existencia incomprensible y las incomprensibles reacciones

Cuando un estúpido y corto mensaje te puede hacer tan feliz como a mí me hizo que el tutor me contestase. O será que en ese momento estaba bebiendo una cerveza. O el contraste que tenían los anteriores pensamientos de tinte alcalino... nostálgicos y azules. Pudiera ser la suma de todo, pero jamás pensé que un mensaje de un señor que aún no conozco fuese a hacerme así de feliz.
jueves, 13 de agosto de 2015

Ciudad soñada

Y será bella toda ella. Sus piedras, sus cantos de madera, sus puertas. El cielo sobre sus tejados. Los zapatos en su asfalto. Los suspiros de sus teléfonos. Los aburrimientos de las tardes de verano. Y yo espectadora observando. El carburante de los coches, la respiración de sus perros, las oloríferas mareas de su puerto. Poesía anidando en las casas de las golondrinas. Supervivientes de piel verde, altos e inmutables, succionando su reducido espacio en las aceras. Luchando. Y perezoso el movimiento de nubes pasando. Y yo espectadora escuchando. El ruido de las sonrisas ambulantes. El viento colándose en las catedrales. Parlantes risueños, sentados en la piedra de los bancos. Comida humeante. Y yo espectadora soñando expectante.
viernes, 10 de julio de 2015
Socorro. Este mundo me está atrapando.
domingo, 28 de junio de 2015

Cómo reflexionar

Comienza. No te produzca vergüenza. Habla. Habla con tu pared, habla con el campo, con la mañana, con la luz de la tarde. Y ahora dime qué se siente al hablar sola. Qué sensación te produce sincerarte sabiendo que sólo tú te estás escuchando, que estás aislada de los demás; que tu vida, es solo tuya. Que todas tus barreras se han derrumbado. Que no te importa lo que digas, porque podrás perdonarte por cualquier cosa que sientas. Qué sientes al saber lo que de verdad quieres. Al dejar fluir tus pensamientos hacia fuera, sin detenerlos, sin avergonzarte de los convencimientos de tu alma. Analizando con palabras lo que tu mente siempre expresa en circunloquios, sin llegar nunca a decirte qué es (o sin que tú la hayas dejado hacerlo antes). Qué se siente cuando dejas de estar confundida. Lo que sabes que estaba oculto en algún lado, pero que nunca te quisiste reconocer a ti misma. Tus metas, las metas de tu alma, afloran a la luz. La terapia de la palabra hablada te alcanza. Tus ojos vislumbran tu futuro, y tu entidad, tu esencia, evalúa las posibilidades. Y claras como la luz de la Luna se iluminan las cosas que siempre quisiste hacer. Se resuelven las dudas existenciales con las que siempre te topabas. Tu vida adquiere sentido, y comprendes qué es lo que te va a hacer feliz, qué es lo que tienes que hacer. Pero dejas de hablar... y las verdades vuelven a esconderse tras un telón que tú misma tejiste. Por eso, no dejes de hablar sola. Hasta que un día seas capaz de decirle al mundo, lo que ahora sólo te puedes confesar a ti misma en voz muy bajita.



miércoles, 3 de junio de 2015

Caliza

Todo el mundo tiene una piedrecita con la que tropezarse de vez en cuando. A la que ven llegar de lejos. Mientras la ven acercarse con cada paso que dan, se dicen a sí mismos: "esta vez la rodeo". Y cuando llega el momento, en lugar de rodearla se topiezan con ella. A base de tropezarse uno se hace amigo de la piedra. Con el tiempo puedes incluso llegar a comprender por qué la piedra estaba ahí puesta en primer lugar.
miércoles, 20 de mayo de 2015

El 24 de mayo se me acerca

A veces me pregunto qué será de mi país. Qué será del mundo. A mi modo de ver, a este ritmo está bastante claro que nos lo vamos a cargar, pero aún así... Cuando llegue el fin... ¿Seguirán gobernando el planeta los mismos chorizos de ahora? ¿Y en mi país? ¿Seguirán los mismos? Si siguen, para cuando llegue el fin del mundo lo habrán desmantelado todo. Y no entenderé cómo lo consiguieron. Tanta indignación que se nos va por la boca, tanta gente organizándose, tantos casos de corrupción, tanto escándalo... y como resulte que en las próximas elecciones salen mayoría... me reiré de pura incredulidad.
viernes, 15 de mayo de 2015

Superhéroes

Oh, Dios mío. Me entra la risa floja. Y en realidad ni Dios, ni mío... pero hoy tengo mucha risa floja. La vida es un chiste, como decía El Comediante. ¿O decía...? Quizás decía que era una broma pesada, mientras lloraba, confesándole sus penas a su archienemigo. De eso sí que me acuerdo. ¿Te has leído ese cómic? No está mal. 

Es a Ana a la que le gustan los superhéroes... a mí me entretienen, pero no soy su mayor fan. Digamos que me tienen un poco desencantada. No son muy listos... quieren traer la paz por la fuerza bruta. Derrotar a los malos, y esas cosas. Cualquiera que tuviese el prefijo “super” delante de la palabra que define su esencia, debería ser suficientemente listo como para saber que la fuerza no trae la paz verdadera. Sólo trae dictaduras. Quizás le traiga paz al dictador, que ve imperturbable, satisfecho y psicopático, como todos se rinden a sus ideas. Pero eso no es paz. Todos los superhéroes meten a los malos en la cárcel y allá se pudran. Claro, no tienen solución... ¿verdad? Porque nunca fue nuestra sociedad la que tuvo algún problema, son ellos, que nacieron enfermos. Ellos, que tienen el mal en el alma. En algunas películas, los malos son malísimos. A veces casi no parecen personas. Y a veces los héroes me resultan ridículos, y no tienen ningún dilema moral cuando persiguiendo al malo se cargan media ciudad. Aunque tengo que reconocer... que entiendo que a Ana le gustase ese cómic precisamente. No tiene mala idea de fondo. No hay un malo malísimo. Sólo aparece mucha gente equivocada, un par de psicópatas, genios extraviados y una humanidad tremendamente idiota. Y eso me parece tan realista, que quizás tenga que admitir que dentro de lo malo, probablemente Watchmen sea de lo mejor que me he leído en este género. Aunque ya te digo... que no soy muy de superhéroes.


Perdóname si a tí te gustan los superhéroes. 
Las épocas de exámenes sacan lo mejorcito de mí... 
y el pesimismo podría engullir mi escritura.
miércoles, 6 de mayo de 2015

Verborrea

Adivina. ¡UOU! No puedo parar de escribir. El grifo se ha abierto y fluye la lengua castellana, crugiente en la boca, con sabor a almendras, con sus sílabas chasqueantes y sus frases de pompa y rimbombeo. Creo que me he inventado esa palabra.
Mañana hay clase. Mañana hay que abrir el ordenador y teclear, clicar, disponer, desarrollar y rematar realidades paralelas... pero aquí estoy yo. Como si mañana fuese fiesta. Como si quedarse toda la noche en vela fuese buena idea. Quizás sea buena idea. Un día sin dormir. Y mañana ¿Qué? Bueno. Hay días así ¿No? Total, las ideas están un poco secas. No tengo agua para ponerlas en remojo, por si acaso se pudieran hidratar. No hay mucho que decir, aunque haya muchas cosas por hacer. A veces es así ¿No? Días secos. Días repletos de cosas. Días que no se acaban, o que no quieren pasar página. Pero si sigo despierta mañana tendré un nudo en el pecho y me costará mirar a la pantalla. Son las dos menos cinco minutos. Qué mas da ¿No? Hagamos que mañana es fiesta. Saquen el champán y las banderas. Feliz dia atrasado de la marmota, de la madre, del padre, del niño Jesús y de la santa madre María de todos los pecadores. Feliz dia de los catolico adventistas del séptimo día de tu *** madre. No. Eso no. Sin ofender a nadie. No. Que no quiero ofender a nadie... en serio. Respeto para todos los adventistas del séptimo día. Y para tu madre, y tu padre. Y para tu marmota también. ¡Pero si ya son las dos en punto! Nada. A cagar, a mandar, a mamarla, a joder al prógimo, a dormir... yo que se niña, vete a hacer algo con tu vida...

Cuesta arriba (qué oportuno, sin haberlo planeado, el título anterior me viene que ni pintado)

Vino y se fue...
Sale y entra...
Llega y se va...
Todo funciona así. Con doble sentido, sin él y también de la manera más literal y absurda que existe. Sabes eso que dicen... ¿de que no hay nada seguro? Ni si quiera tu color de pelo está asegurado. Algún día se volverá blanco. Ni si quiera es seguro que mañana vayas a estar vivo para que tu pelo pueda llegar a encanecer algún día. A lo mejor morimos todos mañana de un ataque al corazón. Vaya. No estaría tan mal. El mundo sería mucho mejor sin toda esta gente loca, absurda, suicida e infeliz, que no saben vivir su vida con tranquilidad. Siempre buscando algo que no tenemos... siempre quejándonos.

Genial. Dos entradas en este blog absurdo, en medio de la nada ciberespacial. ¡Dos entradas en un mismo día...! dos entradas con una diferencia estúpida de pocos minutos... y la primera entrada era absurdamente esperanzadora en comparación con esta sarta de sandeces. Creo que soy bipolar. A ver si me hacen una resonancia un día de estos y me encuentran por fin el tumor que debe llevar años gritando "hola" desde alguna zona cercana al hipotálamo, que el muy fresco debe estar partiéndose las mitocondrias con mis gilipolleces. Y quizás descubran que estoy loca de remate, que tengo una cierta tendencia al melodrama y que sirvo para casi nada, pero que sirvo mucho menos como couch personal porque lo único que conseguiría sería hacer sentir inseguro y desorientado a mi paciente. Quiero mi título de absurdez profesional, y lo quiero ya. Que alguien se digne a dármelo, que me lo merezco. Quiero que ponga “experta en cambios de humor drásticos y repentinos”. Quiero que además exponga mi habilidad especial para hablar sola, que describa cómo doy consejos de puta madre sobre cómo hacer cosas que en realidad no se hacer y que en mi tesis de absurdez, desarrollé un método para hacer involucionar psicológica, emocional e incluso físicamente a mis pacientes. Y si puedes poner en el diploma un par de corazoncitos y dos vacas voladoras llorando que además cagan piruletas y descuentos de cinesa... pues ya lo clavamos y nos vamos tó contentos a nuestras casas. Bueno, yo me voy tó contenta con mi diploma. Tú te vas a potar al vater después de leer esta cosa incomestible, fruto de mi mejor momento emocional. Ale, que lo disfrutes.

Cuesta abajo

No puede ser. Me niego. Aquí nadie se hunde. De aquí salimos todos: vivos. Y si no sabes nadar, yo te agarro. Y si tu vecino tampoco sabe, agárrale tú, pero vamos a salir de aquí. La tristeza quizás quede plasmada en lenguaje de taquigrafía, pero nadie nos verá nunca llorar, porque no hay más lágrimas que derramar que las que ya se nos han escapado de los ojos. A esas déjalas, porque las pobrecitas no tenían más remedio que huir del cuerpo muy a prisa, para tirar de ti hacia fuera. La solución es sencilla y la felicidad es masticable. Las mejores obras son odas positivas. No escuches más melodías tristes, que sólo consigues que te hagan pequeño el corazón. Muy bien. Ahora cierra los ojos y respira. Tienes el centro en el abdomen. Y allí están todas las respuestas. El mundo no es como tú esperabas. En realidad no es como ninguno de nosotros creía que sería... pero sigue siendo hermoso.