viernes, 15 de mayo de 2015

Superhéroes

Oh, Dios mío. Me entra la risa floja. Y en realidad ni Dios, ni mío... pero hoy tengo mucha risa floja. La vida es un chiste, como decía El Comediante. ¿O decía...? Quizás decía que era una broma pesada, mientras lloraba, confesándole sus penas a su archienemigo. De eso sí que me acuerdo. ¿Te has leído ese cómic? No está mal. 

Es a Ana a la que le gustan los superhéroes... a mí me entretienen, pero no soy su mayor fan. Digamos que me tienen un poco desencantada. No son muy listos... quieren traer la paz por la fuerza bruta. Derrotar a los malos, y esas cosas. Cualquiera que tuviese el prefijo “super” delante de la palabra que define su esencia, debería ser suficientemente listo como para saber que la fuerza no trae la paz verdadera. Sólo trae dictaduras. Quizás le traiga paz al dictador, que ve imperturbable, satisfecho y psicopático, como todos se rinden a sus ideas. Pero eso no es paz. Todos los superhéroes meten a los malos en la cárcel y allá se pudran. Claro, no tienen solución... ¿verdad? Porque nunca fue nuestra sociedad la que tuvo algún problema, son ellos, que nacieron enfermos. Ellos, que tienen el mal en el alma. En algunas películas, los malos son malísimos. A veces casi no parecen personas. Y a veces los héroes me resultan ridículos, y no tienen ningún dilema moral cuando persiguiendo al malo se cargan media ciudad. Aunque tengo que reconocer... que entiendo que a Ana le gustase ese cómic precisamente. No tiene mala idea de fondo. No hay un malo malísimo. Sólo aparece mucha gente equivocada, un par de psicópatas, genios extraviados y una humanidad tremendamente idiota. Y eso me parece tan realista, que quizás tenga que admitir que dentro de lo malo, probablemente Watchmen sea de lo mejor que me he leído en este género. Aunque ya te digo... que no soy muy de superhéroes.


Perdóname si a tí te gustan los superhéroes. 
Las épocas de exámenes sacan lo mejorcito de mí... 
y el pesimismo podría engullir mi escritura.

0 comentarios:

Publicar un comentario