miércoles, 6 de mayo de 2015

Cuesta arriba (qué oportuno, sin haberlo planeado, el título anterior me viene que ni pintado)

Vino y se fue...
Sale y entra...
Llega y se va...
Todo funciona así. Con doble sentido, sin él y también de la manera más literal y absurda que existe. Sabes eso que dicen... ¿de que no hay nada seguro? Ni si quiera tu color de pelo está asegurado. Algún día se volverá blanco. Ni si quiera es seguro que mañana vayas a estar vivo para que tu pelo pueda llegar a encanecer algún día. A lo mejor morimos todos mañana de un ataque al corazón. Vaya. No estaría tan mal. El mundo sería mucho mejor sin toda esta gente loca, absurda, suicida e infeliz, que no saben vivir su vida con tranquilidad. Siempre buscando algo que no tenemos... siempre quejándonos.

Genial. Dos entradas en este blog absurdo, en medio de la nada ciberespacial. ¡Dos entradas en un mismo día...! dos entradas con una diferencia estúpida de pocos minutos... y la primera entrada era absurdamente esperanzadora en comparación con esta sarta de sandeces. Creo que soy bipolar. A ver si me hacen una resonancia un día de estos y me encuentran por fin el tumor que debe llevar años gritando "hola" desde alguna zona cercana al hipotálamo, que el muy fresco debe estar partiéndose las mitocondrias con mis gilipolleces. Y quizás descubran que estoy loca de remate, que tengo una cierta tendencia al melodrama y que sirvo para casi nada, pero que sirvo mucho menos como couch personal porque lo único que conseguiría sería hacer sentir inseguro y desorientado a mi paciente. Quiero mi título de absurdez profesional, y lo quiero ya. Que alguien se digne a dármelo, que me lo merezco. Quiero que ponga “experta en cambios de humor drásticos y repentinos”. Quiero que además exponga mi habilidad especial para hablar sola, que describa cómo doy consejos de puta madre sobre cómo hacer cosas que en realidad no se hacer y que en mi tesis de absurdez, desarrollé un método para hacer involucionar psicológica, emocional e incluso físicamente a mis pacientes. Y si puedes poner en el diploma un par de corazoncitos y dos vacas voladoras llorando que además cagan piruletas y descuentos de cinesa... pues ya lo clavamos y nos vamos tó contentos a nuestras casas. Bueno, yo me voy tó contenta con mi diploma. Tú te vas a potar al vater después de leer esta cosa incomestible, fruto de mi mejor momento emocional. Ale, que lo disfrutes.

0 comentarios:

Publicar un comentario