miércoles, 6 de mayo de 2015

Verborrea

Adivina. ¡UOU! No puedo parar de escribir. El grifo se ha abierto y fluye la lengua castellana, crugiente en la boca, con sabor a almendras, con sus sílabas chasqueantes y sus frases de pompa y rimbombeo. Creo que me he inventado esa palabra.
Mañana hay clase. Mañana hay que abrir el ordenador y teclear, clicar, disponer, desarrollar y rematar realidades paralelas... pero aquí estoy yo. Como si mañana fuese fiesta. Como si quedarse toda la noche en vela fuese buena idea. Quizás sea buena idea. Un día sin dormir. Y mañana ¿Qué? Bueno. Hay días así ¿No? Total, las ideas están un poco secas. No tengo agua para ponerlas en remojo, por si acaso se pudieran hidratar. No hay mucho que decir, aunque haya muchas cosas por hacer. A veces es así ¿No? Días secos. Días repletos de cosas. Días que no se acaban, o que no quieren pasar página. Pero si sigo despierta mañana tendré un nudo en el pecho y me costará mirar a la pantalla. Son las dos menos cinco minutos. Qué mas da ¿No? Hagamos que mañana es fiesta. Saquen el champán y las banderas. Feliz dia atrasado de la marmota, de la madre, del padre, del niño Jesús y de la santa madre María de todos los pecadores. Feliz dia de los catolico adventistas del séptimo día de tu *** madre. No. Eso no. Sin ofender a nadie. No. Que no quiero ofender a nadie... en serio. Respeto para todos los adventistas del séptimo día. Y para tu madre, y tu padre. Y para tu marmota también. ¡Pero si ya son las dos en punto! Nada. A cagar, a mandar, a mamarla, a joder al prógimo, a dormir... yo que se niña, vete a hacer algo con tu vida...

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