¿Qué te podemos decir, cuando tú estás allí y nosotros aquí?
¿Qué te podemos decir, cuando no sabes quienes somos, ni te importa? ¿Qué, si
no tienes vergüenza ni empatía, si te desentiendes de las responsabilidades, de
la culpa que debería pesar sobre tus hombros? ¿Qué, si cuando te acusamos
señalas a otro, y tú te declaras inocente? ¿Qué podemos decirte, qué? Tú
apretaste el gatillo, tú nos desahuciaste, tú nos despediste, y tú nos
contaminaste, nos mataste de hambre, de enfermedad, nos engañaste… y desde ahí
arriba nos miras con la sonrisa congelada, nos observas impasible, rostro
sereno, corazón podrido. Y cuando nos cansemos, cuando levantemos las cabezas,
iremos a por ti y a por los que te ayudan a mantenerte ahí arriba. Y como una
plaga de langostas os comeremos los corazones putrefactos, y aunque nos
pudramos un poco por dentro, y aunque luego se encarame allá arriba alguien
como tú, habrá merecido la pena por un momento, pues nuestra será la victoria,
y tú tendrás tu merecido.
0 comentarios:
Publicar un comentario